Declaración

El arte de Edgar Salguero recuerda a la filosofía estética de Diderot que encuentra belleza en los patrones, la repetición, simetría y orden. Hutcheson había llegado a una conclusión similar al encontrar belleza en la variabilidad en la repetición y repetición en la variabilidad.

El arte de Edgar Salguero como totalidad es siempre una pieza funcional. Pero cada pequeña porción en su pintura tiene una historia propia. Líneas y puntos cuidadosamente puestos y repetidos en porciones enteras nos recuerdan esa variedad, simetría y repetición en un juego continuo.

Su uso del color no parece limitado por lineamientos tradicionales. Se siente libre, intuitivo. Los contrastes, por tanto, causan una ilusión de movimiento e interacción entre las figuras.
Edgar Salguero se desentiende de la reacción que causa en los demás su obra y evita hablar de sus inspiraciones. Se rehúsa, quizás con razón, a participar en la complicación de algo que para él es natural. Sin embargo, para quienes lo conocen, las inspiraciones son fáciles de encontrar en su trabajo. Su familia, literatura y música hacen peculiares la figuras y distintas las intenciones de cada pintura.

Dispersos en su trabajo se encuentran viejos poemas y bromas de sus círculos más cercanos. Tres figuras que se repiten en varios de sus cuadros hacen pensar en sus tres hijos. Manos que sostienen años de nacimiento de él y otros miembros de su familia.

Cuando sí habla de su trabajo, habla de pinturas rupestres que sirvieron de inspiración temprana a través de libros y documentales. En especial, para él es importante que el trabajo sea central y aquellos artistas obsesionados con la calidad de su obra son quienes más influencia en él han tenido y tienen.

En el intrincado trabajo de Edgar Salguero, los errores son siempre una posibilidad que se evita siempre. Cuando inevitablemente ocurren, son convertidos en elementos que sorprenden pero que no interrumpen el fluir de los patrones y figuras que propone; una pequeña manzana verde en un campo de estrellas fugaces, un corazón que se inmiscuye en el patrón de puntos de la corbata de un hombre.


Humprhy Osmond definió la psicodelia como aquello en donde la mente se manifiesta. El trabajo de Edgar salguero es una manifestación de su psique interior y por tanto, de algún modo psicodélico. Su apreciación por el orden, el patrón y los juegos propios entre estos. Su inteligencia casi intuitiva con el color, la repetición y el control de lo incontrolable.

Adrian Salguero